Saludos a todos/as
los/as amigos/as y colaboradores/as de los murales de pedernales.
Vamos avanzando en los trabajos. Hay que felicitarse y
agradecer a todos los participantes y colaboradores de este proyecto.
Seguimos superando dificultades, que no son pocas, sobre
todo, como es de suponer, las dificultades económicas y de aportación de todas
las partes.
A causa del retraso en la llegada del material, ha habido
que interrumpir el trabajo de elaboración del mural durante tres semanas.
¡Por fin….!, ha llegado el palet con el material de mosaico
enviado desde Vitoria. Ha sido fundamental en este envío la donación del
mosaico por parte de la fábrica de Mosaicos Ecoarte. Así mismo, el transporte
en barco, primero desde el País Vasco hasta Guayaquil, y, luego, en camión
hasta Manta, por parte de la empresa de Conservas Isabel. Finalmente, el
traslado del material hasta el taller de Bahía por parte de la Curia de
Portoviejo.
Ya está realizada la mitad del mural. Ahora hay que proceder
a partirlo en pequeños trozos y empaquetarlo. Y, después, continuar con la
elaboración del resto del mosaico.
¡DE LA SUMA DE LOS
DETALLES SURGE LA PERFECCIÓN DEL CONJUNTO!
A este principio, que inspira nuestro compromiso pastoral y
de vida, habría que añadirle que se necesita, también, tener un objetivo, una
utopía clara, para poder ir avanzando hacia esa obra de arte, que debe ser la
vida.
Y, sin duda, el trabajo del mosaico y del vitral es la mejor
escuela para mostrar este principio: cada diminuta piedra de mosaico o cada
pequeño trozo de vidrio, que parece que se pierde en la inmensidad, es básico
para el éxito del resultado final.
Además, coincide plenamente con el evangelio: es la magia de
lo pequeño… y es la fuerza transformadora de los pequeños.
Nos parecía un proyecto difícil, y realmente lo es, pero
tenemos que animarnos: ya llevamos casi un cuarto del trabajo.
Seguiremos.
Saludos.
Juan Ramón
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